13 marzo 2006

Don Porfirio Lobo

Don Porfirio Lobo reaparece después de una terapia resucitadora. Viene con nuevas energías; ya no con las inspiradas en la tétrica filosofía de penas de muertes y disociación de los pobres y miserables de la Hibueras sangrienta. Regresa con energías criticas y sinópticas sobre el trabajo fetal del nuevo gobierno que tiene treinta y un chorro de días en el poder.
Descubre nuestro tránsfuga cinchonero que el gobierno del Señor Manuel Zelaya es frágil, débil y que no tiene futuro de gobernabilidad. Que brillante encíclica del pésimo estudiante de Marx; su preceptor ideológico el eterno joven triunfador Rafael Leonardo Callejas le acompaña en la elaboración del plan de oposición al gobierno del poder ciudadano, con él Mario Rivera, Mario Canahuati y todos los magnates de la empresa pringada de Honduras.
Claro que el gobierno de Zelaya es frágil, porque si analizamos el estado socio económico y político de Honduras la minoría que durante 185 años estableció su desgraciado proceso de subdesarrollo en Honduras y que controlan todas las instancias que deberían pertenecer al pueblo hondureño se siente amenazada drásticamente por un gobernante que no tiene otra alternativa que despojar a los multimillonarios corruptos, señores del feudo, de su protección para hacer de Honduras un modelo de país que este de acuerdo con el derecho a la inclusión.

Frágil posición cuando solo se cuenta con la voluntad popular y la confianza comienza a establecerse. Lástima que Don Porfirio Lobo es tan ingenuo en política y quedó atrapado entre los ensueños hitlerianos de Klugman como para darse cuenta que hay un poder civil en movimiento (ese poder civil esta constituido por los grupos que si mantienen día a día la economía de la Patria por medio de las remesas), que hay una micro industria hondureña con opciones a presentar batalla a la falsa y mediocre empresa privada hondureña, que existe un poderoso grupo de pensadores y fogosas y brillantes mujeres que día a día están cavando la tumba de la oligarquía corrupta que el Señor Porfirio Lobo defiende a capa y espada, que Honduras esta de pie y no los Coheps, Ahdippes, Andis, y otras mafias que durante su irresponsable historia solo produjeron beneficios de la riqueza del pueblo hondureño para un pequeño club de corruptos impunes e inmunes.
Lo que no dice Don Porfirio Lobo es que él es un perdedor. Que perdió las elecciones utilizando todos los medios ilegales para financiar su mortal campaña, que no fue jamás asimilada por el pueblo de a pie. Don Porfirio desconoce que el repudio a su elección fue una bofetada a su silencio delante tantos actos corruptos que envuelven a su familia como a sus amigos. Pasaportes. tráficos, malversación de fondos, abuso de poder, manipulación de las cortes, destrucción de la universidad, asesinatos en masa, crimen estatal organizado, que su estadía en el poder dejo pelado todos los cerros hondureños que una vez archivaban el 78% de riquezas forestales.
Claro que es frágil el nuevo gobierno ya que no posee los millones que los importadores de petróleo riegan por cada licitación estatal para hacer caminar térmicas que no funcionan, para desestabilizar empresas estatales y que estuvieron al servicio de los clubes de Palmira y Coyolito.
Solo que el Sr. Lobo no sabe contar con los dedos y hoy por hoy el pueblo hondureño apoya en un 80% la gestión recién nacida de Manuel Zelaya Rosales y tampoco conoce el superado excomunista internacionalista que dentro de poco la oposición quedara rezagada en un pequeño grupo de pumpuneros así como en los tiempos de Carias, ya que el pueblo hondureño se volcará totalmente en la construcción de la nueva Honduras. Tampoco sabe Don Porfirio que dentro de su partido hay un malestar. que hasta aquí en la lejanía muchos nacionalistas honrados y nobles están enojados con ese comité del pequeño circulo Monarquista de extrema derecha y que los días están contados para esa mafia corrupta del partido nacional; porque el partido para poder participar en las próximas elecciones tiene que llegar con un plan ambicioso que cubra todos los horizontes de la Patria. y los horizontes de don Porfirio solo llegan hasta donde el circulo de aduladores manipuladores lo dejan ver.
Don Porfirio Lobo es un error del partido nacional, un error extremadamente caro, y debe ser remediado de inmediato. Preocupante que su líder ande tratando de psicoanalizar al contrincante triunfador y que no logre penetrar el subconsciente de su propia organización que le esta preparando una sorpresa.
Lástima que los tránsfugas comunistoides siempre terminan con la corbata arrugada, ya sea por su pobre visión popular o por el contrario su populismo mediocre de demagogias criminales. Lo siento pero a Honduras ya no se le engaña y la fragilidad de Don Porfirio es palpable cuando desconoce que esta viviendo una eterna calentura de un final político sin misterio.

Emilio Guerrero