14 enero 2008

Manifiesto del Foro Hibueras

La majestad del Estado hondureño
Debe reconocerse en su sobriedad
Acorde con la realidad económica
De la población mayoritaria.


Con horror e incredulidad hemos seguido la triste propuesta de "reformas electorales" aprobada por el Congreso y que representa el más tangible y arbitrario asalto y robo a los escasos fondos de que dispone un país tan pobre y atrasado como es nuestra patria.

Este hecho nos convence más de que nuestros intereses no están representados en el Congreso y nos preguntamos, con profunda decepción, hasta cuándo los millones de hondureños, hambrientos, sin trabajo, sin hospitales, sin escuelas y sin futuro podrán seguir soportando tanta burla. Lo perpetrado con la depredación contra el presupuesto nacional se plasmará en una continua sangría de los fondos que tanto se necesitan para superar el estado actual en el que vive la mayoría de nuestros compatriotas.

Cada vez que comprobamos las actitudes hirientes y ultrajantes que se niegan a ver la situación real de Honduras, nos preguntamos hasta cuándo vamos a seguir eligiendo a representantes cuya única visión política es la de concentrar poder para enriquecerse con nuestros impuestos por medio de mecanismos convertidos en legales, como partidas disfrazadas o la ley recién aprobada y que hoy, después de pocos días, obliga a sus autores y sostenedores a endulzar los desmanes causados, al comprobar que se han excedido en su propia exuberancia .

Los hondureños, tal vez demasiado confiados y hasta ingenuos, esperábamos una reforma electoral basada en los principios de una real democracia; una reforma que nos permitiera utilizar el referéndum o el plebiscito; una reforma que nos permita el acceso al derecho de escoger directamente a nuestros representantes, que nos diera la posibilidad de poner freno a los desmanes del sistema actual en donde la corrupción ya sentó jurisprudencia y nos encontramos con una tragicomedia, con un acto plagado de prácticas heterodoxas.

Pensamos que un mínimo de rectitud virtuosa ya no es solamente un asunto de ética sino de sobrevivencia, porque para que existamos como nación no podemos vivir sin un sistema de valores de referencia explicitados e interiorizados que normen la vida social.

Por eso decimos NO, a esa osadía inescrupulosa plasmada en ley. Por eso decimos que si no se cambia rumbo no está lejano el día en que la hipersensibilidad del hondureño explotará y cuando eso llegue a suceder, la responsabilidad mayor será la de esas cúpulas políticas que con inteligencia fronteriza con la estupidez nos quieren hacer creer que amarrando el financiamiento a los partidos políticos se acabarán los males que han alimentado el desprestigio del Congreso Nacional de la República.

Por eso exigimos una respuesta clara a la solicitud de verdaderas reformas electorales, por eso decimos ¡ya basta de tanto abuso! ; y por eso nos preguntamos, ante su negativa de unas reformas modernas y congruentes con los tiempos actuales, a qué mecanismos legítimos podemos acudir cuando somos sometidos a abusos de poder por parte de las propias autoridades por las que votamos.

Foro Hibueras

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