13 julio 2009

Mel..o drama. Su último acto

Gaspar Vallecillo Molina*

El 8 de mayo 2007 (El Heraldo) escribí “Mel..o drama”, anotando: Vivimos un “teatro del absurdo”, autores y actores con careta política hacen la tragicomedia de país nada serio que sufre estoico las payasadas de los faranduleros.

¿No hay una forma legal de evitar tantas violaciones al Estado de Derecho, haciéndole ver al presidente sus errores y/o sancionarlo por ofender al poder legislativo y judicial cuando no celebran sus abusos?.

¿Porque un Presidente miente y sigue mintiendo sin que nadie lo refute?. ¿Porque nos irrespetan y pretenden que los respetemos?. ¿Yerran sin inmutarse o nosotros no nos inmutamos?.

Carecer de vergüenza y dignidad es vivir en la perversidad.

Inaceptable que la Ley sea violentada por los que abusan del poder político.

El autor y actor principal de este melodrama desde que inicio de su gestión gubernamental monto un circo politiquero embrutecedor para un pueblo que urge de un líder que sepa que “el primer deber de un político es hacerse cargo de sus errores” (Ignatieff), que diligente atienda y entienda que para hacer hay que saber y sino, que recurra a mejores inteligencias para dar las soluciones reales que por décadas se le han negado al que no tiene ni puede.

Solos los gobiernos con hombres capaces y probos pueden dar a un pueblo la luz del progreso.

José Manuel Zelaya Rosales, prófugo del estudio, se negó para si y para Honduras el conocimiento para discernir. Sus ideas falsas y fatuas producto de la improvisación provocaron dolorosa inequidad y con sus decisiones inútiles, malgastó recursos preciosos que nunca nos han sobrado. Le robó la esperanza a los pobres.

Nunca sabremos el costo del Mel…o drama, pletórico de corrupción y soberbia.

Miente y falsea datos fácilmente demostrables y con su comportamiento patológico por el poder, confió en quienes no debió, escucho voces aduladoras y por ellas soslayo lo que un verdadero político tiene que juzgar día a día, como son las personas que le rodean y el sentido de la realidad y de la oportunidad. No tuvo la capacidad de “oír, antes que nadie, el distante ruido de los cascos del caballo de la historia (Bismark). Jineteo el gobierno al trote de los cuadrúpedos que lo desbocaron y lo hicieron avieso a la verdad, la lealtad y la honorabilidad.

Nos polariza al punto del enfrentamiento que puede causar victimas innecesarias. Drama donde participan personajes que ayer oscuros hoy son la sombra de Zelaya en el transitar por nuestra historia como el peor gobernante de Honduras. No tuvo límites ni los busco. El familión presidencial debe ser investigado. Los que le asesoraron están herrados para siempre, sus delitos públicos los sufrirá el pueblo que traicionaron y la patria que ultrajaron.

El ultimo acto del Mel..o drama fue absurdo y provocativo, insultó la inteligencia popular sin conseguir confundirla.

Ahora fuera del poder y de Honduras, para evitar la cárcel sigue mintiendo, insita a la violencia callejera. Sedición. Aplaude que otros gobiernos, la OEA y ONU deslegitimen a Honduras. Apátrida. No importa el costo hasta de vidas con tal de revolcarse en la inmunda impunidad.

Con los delitos cometidos lo hubieran inhabilitado, apresado y juzgado. Fue un error hacerlo victima. Ahora se dirá perseguido político, le darán asilo y seguirá amenazando la paz y democracia que defendemos.

Ojala la justicia no demore en aplicarles el castigo por traicionar la patria, abusar del poder y malversar el erario nacional. Urge incautar los bienes a Zelaya y familia y a los secuaces que ayer intocables hoy por saberse culpables se esconden. Fácil: Que tenias, que tienes, como lo hiciste.

Que caiga sobre ellos para escarmiento de otros, la Ley sin contemplaciones, para que nunca más otro gobernante crea que está sobre ella.

El Mel..o drama terminó pero deja una estigma que no debemos olvidar los hondureños que soportamos casi 4 años a un ignorante con poder rodeado de cuatreros apátridas. Lo que viene es el costo honroso y digno de nuestra libertad y democracia.

Que la cárcel los confine al desprecio por su ignominia. Así sea.

* drgvallecillo@yahoo.com

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