19 mayo 2006

Corrupción, maldito tesoro

El estado de corrupción en Honduras es cancerígeno, diagnóstico comprobado a través de Ciudad Mateo, uno de los casos mas vergonzosos que registra la historia de nuestro país, en el que la ambición de generar riqueza para unos pocos estuvo por encima de las advertencias que en su momento hizo el comisionado del ambiente, respecto a que llevar adelante esa residencial en la cuenca de Los Laureles amenazaba la vida útil de la principal represa que abastece de agua a los habitantes de Tegucigalpa.

La obra no fue una casualidad sino la trama millonaria entre el gobierno y un grupo empresarial del ramo de la construcción que representaba un negocio de utilidad personal de muchos millones. El Doctor Carlos Medina, entonces Comisionado del ambiente, nos contó en aquel momento que cumplió con el deber de advertirle al entonces Presidente Rafael Leonardo Callejas que la obra exponía a un final inminente a la Represa Los Laureles, pero como respuesta del mandatario obtuvo un categórico “olvídate, porque yo tengo compromiso con ese proyecto”.

Desde ese momento los liberales tomaron Ciudad Mateo como una bandera política para atacar a los nacionalistas, incluso fue argumento en dos campañas electorales en las que los propagandistas liberales pusieron ese proyecto como un virus peligroso para la Represa de Los Laureles. Y en efecto lo es, Ciudad Mateo según investigaciones científicas, con toda su descarga orgánica, una vez habilitada se convertirá en una grave amenaza que afrontaríamos los capitalinos en el suministro de agua potable.

Comenzando porque no existe un nuevo proyecto abastecedor de agua potable a desarrollarse a corto plazo, lo cual convierte a Los Laureles en una represa vital para los capitalinos que cada año sufrimos severos racionamientos de agua por la sequía evidente que manifiestan los ríos y afluentes que desembocan en la cuenca de Los Laureles.

De manera que oponerse a Ciudad Mateo no es de ahora, la primera oposición la planteo el comisionado del ambiente Carlos Medina, como era su deber, aunque fue desoído por el Presidente Callejas que antepuso razones personales a la necesidad de agua de los habitantes de Tegucigalpa.

Lo extraño del caso es que si antes los liberales condenaron Ciudad Mateo, ahora en una voltereta descomunal la desatanizan porque resulta ser una solución a la promesa de vivienda en la campaña electoral. Es bueno que el gobierno se esfuerce en cumplir su promesa, pero recurrir a Ciudad Mateo resulta un desgaste peligroso que hace que los liberales pasen del papel de acusadores a acusados por concretar la amenaza que ellos mismos descubrieron en Ciudad Mateo hace algunos años.

Aclaramos que en esta segunda parte no hay corrupción de los políticos y funcionarios actuales por meter las manos en algún negocio, pero si la hay por la doble moral que ante el pueblo no podrán explicar y que solo podrían eludir mirando hacia otro lado.

La opinión publica hondureña esta consciente que Ciudad Mateo es una amenaza a la Represa Los Laureles y aunque algunos comerciantes digan que hay sistemas efectivos para mitigar la contaminación por las descargas orgánicas, valgan las comparaciones que son odiosas, pero con Ciudad Mateo habilitada será como destapar un enorme retrete sobre la cuenca de Los Laureles, de manera que si ya estamos respirando excremento seco pulverizado en el aire, con Ciudad Mateo sobre Los Laureles nos condenarán a beber heces frescas a través de las tuberías. Gracias a la corrupción, ese maldito tesoro de los políticos que nos envenena el alma.

Así están las cosas hoy miércoles 17 de Mayo 2006.
ABRIENDO BRECHA