02 junio 2007

La intolerancia



Gloria Leticia Pineda

La padece un individuo inmaduro emocionalmente. Desconfía de todos. Hace de su vida un infierno y tortura a quienes lo rodean. Sufre de inseguridad. Si tiene poder lo ejerce sin ninguna consideración hasta extremos ofensivos, hirientes. No tolera la menor crítica. Olvida la filosofía popular que dice "La crítica es como la gripe, molesta, pero no mata".

Decía Abraham Lincoln "Me porto lo mejor que sé, lo mejor que puedo y me propongo hacerlo así hasta el último día. Si al final quedo bien, lo que se diga contra mí no tendrá ninguna importancia. Si al final quedo mal, diez legiones de ángeles jurando que yo era bueno no cambiaría nada".

El presidente Zelaya tuvo oportunidad de hacerse de buenos consejeros, como el doctor Enrique Ortez Colindres, pero como se siente autosuficiente, le es más cómodo rodearse de aduladores que le alimentan su narcisismo. Eso lo ha desubicado como un presidente austero. A nosotros no nos conviene que naufrague su gobierno, porque si se hunde el barco, ¡nos hundimos todos!.

Ya nos demostró que es un magnífico jinete, pero hacer culto de eso le resta seriedad, lo distrae para atender cosas más importantes. Vale la pena observarlo, montado sobre un caballo tiene una expresión de paroxismo. Esa pasión no la percibimos en la resolución de problemas de Estado.

El sábado 19 algo sucedió que me ha dejado muy deprimida, descorazonada. Fuimos a la casa de mi amiga, Elsa Orellana, nos pusimos a ver el partido entre el España y el Marathón, lleno de emociones, especialmente para los sampedranos. Terminó el evento y dentro del mismo canal se escuchó la sonora voz de Vicente Fernández. Yo estaba distraída y pensaba "Qué buenos caballistas son los mexicanos", en eso oigo la voz de Elsa, ella no es ninguna "licenciada", pero muy inteligente, muy sensitiva, comenta "Pobres soldaditos", ¿cuáles? "Esos que van corriendo delante del caballo de Mel Zelaya. ¡Abro los ojos! ¡Qué horror! Aquellos pobres muchachos cargando sus armas, sudados, a veces viendo para atrás, posiblemente con el temor que los golpeara la coz de un caballo que tan cerca estaban de ellos. Termina la canción de Vicente Fernández, ¡qué alivio!, ¡qué va!, viene una segunda y una tercera canción, sin variar la "coreografía", de aquel feo, e inhumano espectáculo. Para remate cuenta con un público que lo aplaude y celebra con gusto morboso aquella dolorosa escena. Un buen líder es respetuoso, afectuoso, agradecido con los que están a su servicio, no los trata como esclavos.

El presidente Zelaya debería aprenderse de memoria lo que practicaban los césares romanos "Tenían un encargado de hacerles poner los pies en la tierra. Cada vez que tenían delirios de grandeza, o visiones mesiánicas, el encargado les susurraba al oído, esta frase "Recuerda que eres un simple hombre".

"Urge que Mel" comprenda que el respeto es recíproco. Nadie lo va a respetar si él no es respetuoso. "Urge que Mel", se ubique como presidente de Honduras. No puede seguir actuando como el "muchacho de la película" en todas las ferias de los pueblos o considerarse el "guapetón del barrio". Actúa como "el rebelde sin causa". Acaba de aparecer en dos revistas europeas y les llamó la atención que el presidente de Honduras se vista como "charro mexicano".

Existen los famosos "Mecanismos de Defensa", que protegen al humano en momentos de "stress", le sirven para defenderse ante situaciones que le son desagradables o que le causan pena, dolor, negación, proyección, verbalización, etc… En el presente caso comentaré sobre el "Mecanismo de Fijación". Tengo la impresión de que el presidente Zelaya se "fijó" allá por su adolescencia. Si lo critican o lo ignoran recurre a un infantil revanchismo: montó una cadena radial-televisiva para vengarse de tres diarios que lo ignoran. ¿A quién convenció en su primera presentación? Dice el refranero popular "en boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso". Todo lo que dijo sonaba a fantasía, es difícil creer que de Hondutel, una empresa quebrada, asaltada, "salgan tantos conejos del sombrero del Mago". Como fue fuertemente criticado por haberse subido a un F-5 vuelve al revanchismo de adolescente y amenaza con subirse de nuevo el 15 de Septiembre y hacer un recorrido sobre ciudades importantes del país. Los F-5 son un patrimonio nacional, aviones símbolo de protección a la patria, no son posesión personal de don Manuel Zelaya. Debe frenar sus impulsos de adolescente.

Hugo Chávez usó todo su poder dictatorial para silenciar la Rctv, de larga tradición en la radio difusión venezolana. Lo hizo por cobardía. El presidente Zelaya no debe imitarlo, el poder de un mandatario es perecedero, el poder del pueblo es eterno. Si se obstina en seguir imponiendo "sus cadenas", que recuerde: a la fuerza ¡Ni al Cielo!

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