28 noviembre 2005

Asunto: Etica Electoral

No nos engañemos Señores, de que va a haber fraude electoral, lo va a haber. Lo ha habido siempre, en todos lados, no es exclusivo de Honduras. Es fácil. Hay varios tipos de votos fraudulentos. Ambos partidos políticos que controlan nuestro País alguna vez lo habrán hecho y los más listos son los que ganan. Si agregamos a lo anterior el hambre de los votantes, que los hace aceptar el sanwiche, la torta, el acarreo, la gorrita, la camiseta etc., que les regalan los listos el día de las elecciones para que voten por ellos; esto, además del fraude ya fraguado.
Pero, una frustración mayor para la ciudadanía es percibir, no solo en momentos de elección sino a lo largo de cada cuatrienio, la incompetencia ética de los políticos, desde el burócrata más modesto hasta los ocupantes de la Casa del Desgobierno (con mayúscula), que ya ni se si decir que solo Maduro es incompetente, ya que todos sus últimos predecesores lo han sido.
En el transcurso de nuestra historia han influenciado nuestro País muchos criollos, también han llegado muchos extranjeros que ahora son más hondureños que cualquiera, que han sido bien acogidos en nuestro país, algunos con buenas ideas, pero otros no, unos llegaron con las bolsas vacías y otros con mucho dinero; pero eso si, todos hacen política. Creo que ha habido muchas buenas intenciones de todos estos y de los gobernantes, pero a lo mejor su capacidad no les ha redituado ó no han sido buenos negociadores.
Tampoco nos lamentemos tanto. “Cada vez que votamos le damos poder en un solo día, a los gobernantes que han propuesto leyes que por años nos han afectado”. Diputados con nula capacidad legislativa; funcionarios corruptos; el auto elogio atrapa el discurso político y los gobiernos transcurren rebasados por los problemas sociales.
No son ajenos a los problemas, los candidatos de los partidos chicos ni grandes ni desde luego las apariciones del gobernante en turno cuando habla de los éxitos de su gobierno pues generan desconfianza por el ostentoso uso de los recursos del pueblo. Un ejemplo de poder es claro, las reformas que entramparon a los diputados ya que el Presidente del Congreso parece que renunciara apenas unos días antes de las elecciones. Aunque sea de mi partido, lo considero un abuso.
La obviedad de todas estas circunstancias las determinan, en gran medida, los medios audiovisuales, a quienes parece no interesarles quienes ganen ó quienes pierdan, sino a convertir a los aspirantes en clientela de su coartada. Hay países a diferencia de los desarrollados en donde los medios no están sujetos a una regulación legal y sí, a una franquicia del Presidente de la Republica y en tal circunstancia el poder televisivo se vuelve incapaz de criticar y controlar a los poderes de estado. Si a esto añadimos otra incoherencia como lo es: que el grueso de la población norma su criterio, más que por sus propias ideas, a través de imágenes que consume día a día en los medios y el asunto así, se torna más peligroso.
La estrategia de todo, consiste en mantener al grueso de la población en condiciones ideológicas aptas para consumir lo que nos dicen es bueno o es malo sin poder acceder al estrato de la critica. Llegados hasta aquí podemos invocar, para el proceso electoral en curso y para el futuro inmediato, el carácter ético de la política, como practica que atañe a lo que estaría bien hacer y a lo que no se debe hacer bajo ningún precio.
La pregunta es: ¿de donde vamos a sacar el personal político que asuma la ética como norma de conducta y sobre todo que no haga fraude?, con el agravante de que muchos de los observadores que vienen son Pro gobiernistas y reciben buenas dietas. Los militares no tienen vela en este entierro, solo obedecen órdenes distribuyendo urnas y cuidando que haya paz durante esta fiesta nacional; los que hacen el fraude son otros. La respuesta es simple y compleja a la vez. Simple porque todos sabemos que mientras no se reforme la constitución, los políticos no tendrán otro gallinero de donde salir, que de los partidos políticos. Compleja por la lejanía que guardan muchos políticos de pasar un examen de ética.
Aquí es casualmente donde reside el papel del único actor social que puede con el paquete, el voto de: “LA CIUDADANIA”. ¡Parece un sueño no! Alguien dirá. Roberto es un idealista, pero no. Soy objetivo, práctico y disciplinado que es lo que necesitamos en nuestro País. Algún día sabrán lo que se puede hacer.
Si todos llegásemos al acuerdo de los límites, es decir, de hasta donde llega lo intolerable, nos haríamos más responsables para tomar decisiones incluso muy duras. Mas responsables para decidir día con día a buscar donde esta lo intolerable. Si el pueblo leyera este mensaje en este momento, muchas cosas cambiarían.

Roberto Vallecillo Schaub
rvallecillo@intercable.net