Bótelos con su voto
No se meta la daga usted mismo.
No permita que la jauría de corruptonios juegue con la dignidad de su voto.
Por muy liberal y nacionalista que sea no debe prestarle el voto para que repita el “hombre que no se dejaba ver” y su pandilla de capos que han hecho diabluras en la municipalidad. ¿Cómo podría marcar la casilla del picarito que gana todas las licitaciones o por el forajido quiebrabancos que se sopló los dineros de los cuantahabientes?
No le sirva de escalera al reincidente que dejó los puentes sin retorno; jugó enchute con las casetas de pillaje; timó con las malditas “chachas”, traficó influencias y dejó a la ciudad con más hoyos que un queso gruyere.
Medite: por muy cacho o liberuña que sea no puede seguir dando bandazos por los del gazolinazo, el rielazo, que son los mismos del rosario de azos.
¿Cómo es posible que usted le va a apostar al descarado que hizo de los aeropuertos, aduanas, la energía, carburantes, y otros dorados edulcorantes, el negocio de su vida en esa subida lotería de la politiquería?
No, ni se tire, hombre, ¿cómo puede pujar por el alcaldiablo, alcaldeable, que vendió la Bandera Nacional como si fuera yagual de agachón y ahora, no sabemos por qué doradas razones, le urge llegar a la alcaldía?
Piense, luego exija: no gaste pólvora en zopilotes, no sufrague por los corruptos y corruptores que se güevean el dinero del Estado de Corruptonia vía condonación.
No permita que repita el picolargo que se echó al pico (bonito) la banda de la Radio Nacional. No hay que ser papo: no se puede seguir votando por el leperito que deja mal hechas las carreteras, los puentes y tira a poza azul (o colorada) las remesas y donaciones y hace del agualotal de damnificados su deliciosa mercancía.
Después no se queje, como los maestros (y maestras) que no hallan dónde poner la parte más sagrada del cuerpo cuidando las urnas del tradicionalismo para que suba el pillo que les niega los salarios y sataniza a sus gremios.
No se meta la daga usted mismo: no cuide mesas electorales de esos forajidos que tienen más de una centuria de estar mintiendo y prometiendo lo mismo. No pegue afiche, ni permita que en sus propiedades cuelguen mantas, vallas y retratos del malévolo que juega enchute con los juicios, la Corte de la Suprema Injusticia, los jueces y juzgado y se pasa las leyes por el trasero.
No permita que la jauría de corruptonios juegue con la dignidad de su voto.
No permita que la jauría de corruptonios juegue con la dignidad de su voto.
Por muy liberal y nacionalista que sea no debe prestarle el voto para que repita el “hombre que no se dejaba ver” y su pandilla de capos que han hecho diabluras en la municipalidad. ¿Cómo podría marcar la casilla del picarito que gana todas las licitaciones o por el forajido quiebrabancos que se sopló los dineros de los cuantahabientes?
No le sirva de escalera al reincidente que dejó los puentes sin retorno; jugó enchute con las casetas de pillaje; timó con las malditas “chachas”, traficó influencias y dejó a la ciudad con más hoyos que un queso gruyere.
Medite: por muy cacho o liberuña que sea no puede seguir dando bandazos por los del gazolinazo, el rielazo, que son los mismos del rosario de azos.
¿Cómo es posible que usted le va a apostar al descarado que hizo de los aeropuertos, aduanas, la energía, carburantes, y otros dorados edulcorantes, el negocio de su vida en esa subida lotería de la politiquería?
No, ni se tire, hombre, ¿cómo puede pujar por el alcaldiablo, alcaldeable, que vendió la Bandera Nacional como si fuera yagual de agachón y ahora, no sabemos por qué doradas razones, le urge llegar a la alcaldía?
Piense, luego exija: no gaste pólvora en zopilotes, no sufrague por los corruptos y corruptores que se güevean el dinero del Estado de Corruptonia vía condonación.
No permita que repita el picolargo que se echó al pico (bonito) la banda de la Radio Nacional. No hay que ser papo: no se puede seguir votando por el leperito que deja mal hechas las carreteras, los puentes y tira a poza azul (o colorada) las remesas y donaciones y hace del agualotal de damnificados su deliciosa mercancía.
Después no se queje, como los maestros (y maestras) que no hallan dónde poner la parte más sagrada del cuerpo cuidando las urnas del tradicionalismo para que suba el pillo que les niega los salarios y sataniza a sus gremios.
No se meta la daga usted mismo: no cuide mesas electorales de esos forajidos que tienen más de una centuria de estar mintiendo y prometiendo lo mismo. No pegue afiche, ni permita que en sus propiedades cuelguen mantas, vallas y retratos del malévolo que juega enchute con los juicios, la Corte de la Suprema Injusticia, los jueces y juzgado y se pasa las leyes por el trasero.
No permita que la jauría de corruptonios juegue con la dignidad de su voto.
Armando García
armandogarcia31@hotmail.com
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home