04 noviembre 2005

Previniendo otra matanza: La mara y la política


Ya comenzaron a aparecer en la prensa local (hoy es La Tribuna) noticias aterrorizantes de los mareros, que evidentemente están siendo azuzados (aunque no fuera mas que por la persecución) para aprovechar mejor “el mensaje fuerte” del candidato oficialista del Partido Nacional.
Los hechos lo que demuestran es el fracaso del lema Cero Tolerancia, que hoy deviene el puño encrispado de acero, simbolito fascista que quiere ser intimidante y apela a la imaginación infantil pareciéndose a una manopla blindada de un “transformer”, un juguete de esos que se transforma en otra cosa: avión, vehículo blindado, un monstruo!
Hace bien el candidato Zelaya en denunciar la implicación de fuerzas oscuras con vínculos políticos en la matanza de Chamelecón. Nada tiene de temeraria su denuncia. Era su obligación. Ya que nadie se atrevía o exigía una aclaración cuando se cumple un aniversario de ese hecho bochornoso, cuya salvajada circulo alrededor del mundo como misterio que reflejaba el estado del país.
Es el cumplimiento de una responsabilidad.
Hace tiempo después de todo que los jóvenes alienados de las pobrerías se han convertido en sicarios del crimen en Sudamérica.
Cuando le pregunte a un contacto en el Bajo Mundo ¿qué estaba pasando con la matanza? me dijo: “deben estar moviendo un cargamento muy grande por otro lado” es decir (queda implícito) de droga y tienen que darle a la policía el pretexto de concentrarse en otro sitio.
El que puede debe denunciar. Colaborar con el silencio desde los medios es escandaloso.¿Se puede achacar a mera incapacidad profesional?
Un año después ¿la “Justicia” también es incompetente o colabora?
No sé que pruebas tenga Mel que la Fiscalía no quiere ver hasta después. Habría pensado que era urgente desmentirlo.
Y no voy a repetir las misteriosas circunstancias que rodearon la matanza perfectamente irracional en que una tropa armada organizo una operación de terrorismo contra la población de Chámele con, con la que no tenía ninguna disputa, en medio de una campaña política en que el proponente de la represión iba perdiendo por márgenes amplísimos todas las encuestas, incluyendo la de Cid Gallup.
Mencione antes los hechos que trascendieron de encuentros de los mareros pagados para ejecutarla en Comayagua en donde según varios testimonios compraron por 30 mil lempiras armas de alto poder a oficiales uniformados de la ley y el orden.
Y la bizarra ocurrencia de traer fiscales especiales desde Tegucigalpa a investigar la matanza, impidiéndoles la investigación a los fiscales locales, más independientes que tenían la jurisdicción y la competencia.
El marero capturado que ofrecía dar información fue asesinado horas después de ingresado a la Penitenciaria Central.
¡Todos los demás acusados de haber estado asociados o comprometidos de diversas formas en la matanza a los que la policía detuvo con fanfarria, han sido liberados por los juzgados respetivos con una celeridad inusitada! (Hay gente ahí que pasa años antes que un juez los libere por falta de evidencias.)
Y los jueces pueden aducir en su defensa que en efecto la policía nunca presento evidencia que justificara él retenerlos en prisión. Con lo cual uno tiene que pensar que en el mejor de los casos los arrestos eran otro show sensacionalista del Ministro irresponsable. O que la policía deliberadamente estropea la investigación para encubrir o desaparecer los rastros del mismo modo en que destruyeron la evidencia balística que involucraba a varios jefes policíacos en crímenes de ejecución ilegal, en un depósito oficial.
Asimismo el Comisionado de los Derechos Humanos y pongo de testigo a su representante en San Pedro Sula, ha recibido la comunicación de un marero detenido en EEUU por la Migra que quien sabe por que misteriosa razón no ha sido deportado en los últimos meses y que no será deportado hasta dentro de cuatro meses según raro privilegio y que ha pedido protección porque asegura que lo van a matar al llegar como mataron al Pajarito, porque a el le consta el involucramiento de altos políticos y de oficiales de la policía y el ejercito en la Matanza de Chamelecón y ellos saben que el sabe.
Este es un mundo mentiroso y a mi nada me consta fuera de lo que dejo una vez mas consignado.
Pero el mero prospecto de que pudieran haber elementos de verdad en esto tendría que haber sido despejado por los operadores de justicia y no por una mera declaración del Presidente en defensa de su partido y su Ministro. Debió hacerse una gran investigación.
El mayor misterio de la matanza de Chamelecón es su sin sentido. Porque la coyuntura --en función de la cual lo estamos estudiando aquí-- seria irrelevante si la matanza hubiera tenido un móvil identificable, una explicación lógica en la dinámica de la violencia de las pandillas, si se pudiera interpretar como una venganza de un grupo contra otro. Pero no había contacto ni coincidencia entre los mareros de Comayagua, entrenados en técnicas de comando y las maras de barrio de Chamelecón, que más bien protegen a sus parientes aun cuando delinquen.
Digo que Mel tiene razón en denunciar estos hechos. En primer lugar para prevenir la ocurrencia de otro evento semejante. En segundo, para manifestar indignación ante la indiferencia oficial que al menos parece cómplice. Y para despertar a la población hipnotizada por el show oficial ante el fracaso de la política del gobierno en materia de seguridad y el peligro inminente que representan en el poder, personajillos que juegan a Dios y quieren disponer de la vida humana y acaso han caído entonces (por la lógica misma de su raciocinio y sin duda invocando un fin que justifica sus medios, una meta política elevada) en una matanza que, no se podrá cuestionarlo, ¡les produjo réditos políticos! Semanas después iban ganando.
Ójala sea falso todo esto. Yo pido que se demuestre su falsedad. O que por fin depuremos la policía de los corruptos y de los abusivos.
No sé en que se va a transformar ese juguete de guante blindado. Pero sé que no quiero vivir bajo su amenaza. Que es la insignia de un tirano, el amago de una agresión. Y que las cosas que pasan tienen una explicación racional, aunque no parezca lógica. Y que los sospechosos siempre van a ser, según enseña la ciencia de la criminología, los beneficiados.
Y si esta gente puede atreverse a un crimen de esta calaña para retener al poder, es un imperativo, una obligación ciudadana sacarlos del poder. ¡Ya! Y si no también porque nos han puesto en más peligro que nunca antes mientras ellos caminan rodeados de guaruras enchalecados.
Rodolfo Pastor Fasquelle