06 noviembre 2005

Las encuestas falsas, las verdaderas y la ley


No estoy de acuerdo con la ley que prohíbe publicar encuestas falsas y propaganda negativa. ¿A que discapacitado tratan de proteger? ¿No tiene que aprender un pueblo que se gobierna como detectar la mentira y la sinvergüenzaza? ¿Cómo lo aprenderá si no se le expone? La gente tiene derecho a conocer lo negativo: las relaciones entre la mafia y los políticos. Yo quisiera poder decir --en los spot-- que el puño encrispado de Pepe es El Puño del Verdugo, es la manopla que piensa usar para no encallarse las manos con las ejecuciones, el símbolo por excelencia de la pena de muerte. Pero la idea de que podemos quebrar la ley con anuencia de los funcionarios, pagar la multa y quedar tranquilos me escandaliza. Como la de que porque la violo alguien mas, la puedo violar yo. Se impone ser didáctico. En Carta Publica decía ayer Jorge Bueso, “nadie tiene derecho a cruzar un semáforo en rojo por el hecho de tener dinero para pagar la multa”.

La ley puede ser defectuosa. Puede ser dura o aun deficiente pero sigue siendo ley. Las ideologías totalitarias se ríen de el pero todo el pensamiento liberal esta basado en el concepto de la aplicación obligada y universal de la ley. La convivencia de una sociedad libre y civilizada esta predicada en el acatamiento de la ley. No pagamos impuestos (que es ley) porque nos guste y no dejamos de cometer crímenes porque nos disgusten la riqueza, el poder o el placer que pueden derivarse de romper la ley. Si no porque obedecerla es una condición sine qua non de la convivencia, el fundamento de la libertad y de la paz social

No es que sea inmutable tampoco. Toda ley justa y democrática provee los procedimientos por medio de los cuales podemos apelarla, modificarla o derogarla, especialmente la ley secundaria; porque reformar la Constitución deber ser siempre más difícil. La Corte Suprema esta obligada a escuchar las quejas contra leyes que pueden ser precisamente inconstitucionales o contradictorias de los principios de la juridicidad. Y, si no nos satisface su respuesta, aun podemos apelar a los tribunales internacionales, cuyos fallos Honduras esta obligada a acatar, por Tratados que nos dan carta de ciudadanía en la comunidad de las naciones. Y –después, pero solo después- nos quedan todavía alternativas: la resistencia que es rebeldía, el acatamiento resignado o el exilio.

Anunciar (como hicieron estos bárbaros) que van a romper la ley y después, en efecto, pisotearla, pretextando que están dispuestos a pagar la multa y el que dos ex Presidentes aplaudan semejante procedimiento es escandaloso. Porque, aunque no este bien, se entiende que los mercaderes no entiendan la teoría del Estado, pero no que un Jefe de Estado ignore a que se expone alardeando de su impunidad. Siempre ha sido fácil derribar las estatuas. Y

Desenterrar cadáveres. Consta además que los industriales socios de Cid Gallup sabían que esa encuesta era falsa. Uno de sus allegados me ha confiado saber bien que la elección esta cerrada y que los candidatos solo han conseguido una ventaja alterna frente al otro, de menos del margen de error. Y entonces ¿qué sentido tiene la publicación? ¿Cuál es el propósito de patrocinar un delito y cometer otro? ¿Desorientar al elector? ¿Desanimar? Le decía a Jorge Arturo ayer, “yo no sé de que se asustan”.

¡Alguien sin duda tiene cada paso calculado y el paso que da el otro! ¿Quieren inclinar la balanza y tienen algún entendimiento con el candidato que quieren hacer prevalecer? ¿Están presionando a Mel para que de marcha atrás con la Ley de Transparencia, por la cual Pepe anda todavía preguntando en comisiones y que es parte integral del programa del P.L., que se anuncia como “una reforma para acceder a la transparencia”?

No sé. Pero no debería de ser muy sorprendente la estrategia cachureca de desmoralizar a los liberales y atraerse el voto de algunos ingenuos. A diferencia del fútbol u otros deportes de equipo y de las grandes luchas históricas de los pueblos, las meras elecciones las gana el Partido que consigue más votos. Ese día. Nadie tiene que tener la razón para ganar. Siempre hay por supuesto los pusilánimes que podrían luchar con menos ánimo si alguien les dice que “van a perder”. Jugar a la guerra sicológica tiene sin embargo sus riesgos cuando no sabemos bastante de la psique colectiva y la cultura. Los cachurecos saben que somos más y desesperan. La canción bonita no compensa.

Saben que hay ciudadanos indecisos, muchos con razones legítimas de agravio y desencanto. Cansados de creer en promesas, que no saben como confiar de nuevo. Que no terminan de entender el alcance de la propuesta de participación y fiscalización social del gobierno que hace Mel. Dirigida a las raíces del problema: la falta de democracia efectiva, la impunidad del poder público y el interés creado de los poderes fácticos. Ahí esta todo. “¡Venid todos! ¡Cavad!” dice un poema clásico.

Un estudioso renacentista ya advertía que las reformas son difíciles porque “mientras los beneficiados no alcanzan a entender lo que podrían ganar (y nunca han tenido) y no se movilizan con determinación, los afectados -en cambio- saben justamente lo que se exponen a perder y luchan ferozmente en su contra.

Pero el pueblo sabe quien es su enemigo. Entonces pudo haber sido un error --para el P.N. y los grandes y poderosos complejos de la industria de la información-- violar la ley que les prohibía divulgar encuestas. ¡Gravísimo! Y todo error cuesta. Los electores se lo cobran a los políticos. Y los auditorios se lo cobramos -en patrocinio y credibilidad- a los medios delincuentes. El resultado aun es incierto pero se siente. Tengo esa impresión. Me comenta una humilde activista, “mas bien están despertando al liberal”.

Es un lugar común o “una verdad de Perogrullo” decir que la encuesta definitiva es la del día de las elecciones. Por eso soy partidario de luchar voto a voto, con la ley y con la verdad en la mano. De los liberales y las personas independientes --que no estén ofuscadas por sus resentimientos y frustraciones— que voten depende al final del día la oportunidad y la esperanza que representa Mel o dieciséis años mas de un señor que ya nos confeso su aviesa intención de reproducir una dictadura. De forma prepotente el Lado Oscuro y algunos de los empresarios –no sé cuantos quedaran al final, de los tres que se han alzado— están jugando con fuego, porque le están confirmando a la ciudadanía ese carácter traicionero y despótico que los caracteriza y los extremos a los que están dispuestos a llegar para retener el poder. Nos están advirtiendo sin proponérselo que nos van a quebrar la ley en la nuca, mientras se ríen de nosotros. Y quien ríe por ultimo ríe mejor.
Rodolfo Pastor Fasquelle