15 enero 2009

¿Gobierno de izquierda?

¿De izquierda el gobierno de don Manuel Zelaya?, ¡jamás había escuchado una tontería mayor!; lo que sí es cierto es que hoy por hoy el señor Zelaya preside un gobierno extraviado en un laberinto de contradicciones, incoherencias e improvisaciones.

La retórica izquierdista desde el gobierno cuando no tiene base política cierta no sólo es demagógica sino peligrosa porque genera expectativas; después, cuando la realidad contradice la utopía, vienen las frustraciones y el desencanto que pesca con deleite la derecha, porque le dan la razón y la fortalecen.

Las relaciones con gobiernos de signo revolucionario son excelentes lo mismo que la participación en la ALBA , pero ni esto, ni el enfrentamiento con sectores de la empresa privada no gobiernista, ni siquiera el cacareo antiimperialista, son elementos suficientes para calificar a este gobierno de izquierdista.

Son otros elementos los que definen a un gobierno como tal, comenzando por la seriedad con que se abordan los problemas, la cultura política de sus dirigentes, el respaldo de una estructura partidaria con ideas y accionar democráticos, objetivos de desarrollo definidos más allá de las generalizaciones, en fin, métodos de gestión enmarcados en procesos de planificación y participación democrática.

Aparte de lo anterior un gobierno de izquierda se define por la firmeza con que emprenda un proceso de transformación de las estructuras tradicionales que han servido para dar sostén al atraso, su determinación para impulsar procesos de reforma económica, resolver de raíz las graves carencias sociales y afianzar un desarrollo democrático.

De todo esto nada ha habido en el actual gobierno, sólo tibios y de repente mal encaminados intentos por resolver problemas que saltan por allí; esfuerzos candorosamente bien intencionados que indican que no ha existido el rigor teórico ni la voluntad política para diseñar y ejecutar una estrategia contundente, bien concertada, para enfrentar el subdesarrollo y sustituir los paliativos por medidas estructurales.

No me cabe duda que en el gabinete hay cabezas con luz, destacadas personas con voluntad de hacer buen gobierno cuya designación ha sido un acierto, ¿porqué no trascienden sus frutos?, de repente porque lo que falla es la cabeza principal.

¿Izquierdista el gobierno del señor Zelaya?, felices sus incondicionales con esta marca; lo que pasa es que los niveles de análisis político de nuestros empresarios y dirigentes partidarios son extremadamente elementales.

A este gobierno debe señalársele por lo caótico que es, jamás por ser de izquierda porque definidamente no lo es.


Por Aníbal Delgado Fiallos

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